Así dijo el Señor: "Mi paz os doy, no como el mundo la da, yo te doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."
Los hombres del mundo pasan sus vidas en busca de la paz interior y no lo encuentro.
Compran cabañas en las montañas, playas u otros lugares de consuelo, pero la paz huye de ellos. Ellos toman drogas y tranquilizantes intentar lograr la paz interior, la paz aún huye de ellos.
La paz interior es un tesoro de gran valor.
La gente del mundo gastan fortunas tratando de alcanzarlo, sin embargo, huye de ellos. Es un regalo de Dios, fruto de su Espíritu, una luz que vence las tinieblas de la ansiedad.
Entra en la presencia de Dios y de Su Paz será más que sombra.